94. Sin espectadores
La llevaba en brazos con tanta firmeza, mientras caminaba seguía murmurando cosas que hacían que el cuerpo de Rashel temblara y la sonrisa se le escapara.
Justo cuando Valerik estaba a un segundo de volver a besarla escucharon voces al final del corredor.
—Mami, abuela dijo que ya... ¡Ay, por favor! —chilló Ramsés cubriéndose los ojos con ambas manos.
Valerik se detuvo.
Rashel se puso roja, intentó que su esposo la soltara, pero Valerik la sostuvo con más fuerza.
—Ni lo intentes —murmuró él en su oído.
Rashel escondió la cara en el cuello de Valerik, muerta de vergüenza, mientras que él sonrió, encantado con la situación.
—¡Otra vez! ¿Por qué siempre están pegados así?
Justo detrás de él apareció Yelena, elegante como siempre, cargando a Varek sobre la cadera.
—Solo estaba saludando a mami —dijo él con una descarada sonrisa.
—Es que siempre están así, siempre. Se besan mucho. Es asqueroso.
Valerik arqueó una ceja divertido y Rashel le golpeó el hombro para que la dejara sobre el suelo