77. Quiero sentirte
Él tomó el dobladillo de la camisa y se la sacó por encima de su cabeza.
Su mano se dirigió al botón de sus jeans, su rostro estaba a solo milímetros de distancia pero él solo la rozó antes de comenzar a arrastrar el pantalón por sus piernas dejándola en ropa interior.
Valerik le dio una mirada larga e intensa hasta que se arrodilló en la cama con una lentitud casi reverencial frente a ella, como si adorarla fuera un ritual sagrado. Sus labios descendieron sobre su abdomen, besando ese vientre plano que pronto crecería con la vida que ambos habían creado. Apoyó la frente sobre la piel cálida y exhaló profundo.
—Cada vez que te miro me acuerdo de que no soy el único que va a dormir pegado a ti —dijo dramáticamente bromeando y ella sonrió.
—Y pasaré más tiempo con él bebé también.
Rashel lo miró divertida acariciándole el cabello. Él deslizó los labios por su bajo vientre, luego besó justo sobre su ombligo.
—¿Lo ves, pequeño traidor? Ya incluso te amaba más que a mí. No has nacido