48. A mis pies
—Hay algo que me preocupa, ¿Qué pasará con la mafia rumana? Después de que Romina…
Polina estaba acostada sobre el pecho de Marco mientras que él acariciaba su cabello distraídamente.
—Tú no tienes nada de qué preocuparte, principessa. Yo me encargaré de todo. Nunca te involucraste en la mafia de tu padre porque no querías y eso no va a cambiar ahora. Pero si quieres saberlo, la muerte de Romina no solo es justicia para ti… sino que también es un beneficio para nosotros.
—¿Nosotros?
—Para mis socios y yo. Gian hizo que los rumanos rivales de los Moldovan se aliaran a nosotros. Ahora, Gian podría reclamar el control de lo que queda, pero sé que no lo hará. De todas maneras no lo necesitaremos. Ya estamos dentro de Rumanía, es todo lo que importa.
Polina asintió pensativa antes de sonreír repartiendo besos sobre su pecho.
—¿Así que seré la principessa de la mafia? —ronroneó suavemente.
Marco bajó la mirada encontrándose con sus ojos.
—Eres la reina de todo lo que es mío, Polina.
*
DOS M