29. La inalcanzable Satarah Alekseev
Dimitry dio un vistazo por la habitación sin perderse ni un detalle.
Cuando era más joven él solía visitar la casa de los Alekseev porque sus padres eran socios y él era el mejor amigo de Natalya. La habitación de Satarah era un lugar prohibido, solo una vez había entrado en aquella habitación cuando era un adolescente y lo recordaba muy bien.
SEIS AÑOS ATRÁS
Satarah trataba de ignorar el sonido molesto del exterior.
La música resonaba en cada parte de su habitación mientras que ella intentaba relajarse para poder pintar en paz. Apretó los dientes molesta.
Sus padres se habían ido de la ciudad por un viaje de negocios y cuando eso ocurría Natalya hacía sus fiestas escandalosas junto al idiota de Dimitry. Ella por su parte se dedicaba a pintar intentando reprimir los sonidos del exterior.
—¿Cuándo se irán? —gruñó Satarah.
Era más de las tres de la mañana y sinceramente era un milagro que no hubieran enviado a la policía.
“Quizás se deba a que todos saben que el cerebro detrás de esta f