237. Acércate a mí
Dimitry abrió los ojos al sentir el roce de sus manos sobre su muñeca. La luz del sol iluminaba a la habitación que compartían y por un momento se quedó paralizado ante la belleza de su esposa siendo tocada por los rayos solares.
Su cabello casi parecía rubio por los reflejos y sus ojos ligeramente más claro, demasiado hermosa y fresca como para solo haber podido dormir unas horas la noche pasada.
Ambos estaban disfrutando demasiado su Luna de miel.
Los ojos de él la recorrieron entera arrodillada sobre la cama a unos centímetros de distancia tan cerca y a la vez tan lejos, su perfecto cuerpo estaba desnudo siendo una tentación para él.
Dimitry quiso tocarla pero en ese momento sintió la pesadez de algo sobre sus muñeca que le impidió moverlas, su ceño se frunció de inmediato y al alzar la vista se encontró encadenado.
—¿Por qué estoy encadenado?
Él parecía más desconcertado que enojado, Satarah le respondió con una sonrisa traviesa y en sus ojos Dimitry vio destellar la lujuria que p