229. Yo no bailo
DOS HORAS ANTES:
—¿Ahora por qué carajo estamos espiando a Satarah? Deberíamos estar en tu propia despedida de soltero. Pero ¿Por qué íbamos a asistir a ella cuando estás obsesionado con tu esposa? Si hubiera tenido un amigo normal en la escuela no estuviera pasando por esta m****a.
Dimitry apretó la mandíbula sin quitar los ojos de su esposa a través de la cámara que estaba en el auto. Estaba jodidamente preciosa, pero ¿Cuándo jodidamente no lo estaba?
Satarah era su tentación.
La mujer más hermosa del maldito planeta y ahora estaba yendo a un lugar lleno de hombres sin él.
Sus nudillos se volvieron blancos mientras apretaba el volante.
—No voy a dejar que Satarah sea tocada por alguien más.
Valerik entornó los ojos divertido.
—Malas noticias —añadió mirando su móvil—. Polina pagó para que tuvieran Strippers.
—¡Maldita sea! ¡Sobre maldito cadáver! Sube al auto.
—Tengo mi propio auto —preguntó intentando contener una sonrisa burlona mientras subía al asiento de copiloto de todas maner