193. Se acabó la hora de visita
—No pude conseguir a mi abuelita pero ya todos lo saben —dijo entusiasmada Ava llegando a donde estaban sus padres deteniéndose al lado de su padre y alzando la cabeza para verlo a los ojos.
—¿Papá, podemos hacer una fiesta para celebrar, que voy a tener hermanos? Mi tía Rashel dice que es una gran idea.
Dimitry apretó la mandíbula al escuchar la risa divertida de Valerik, burlándose de él.
—Problemas por partida doble, ¿Quién iba a imaginarlo? Te convertirás en un experto en cambiar pañales.
Satarah se mordió el labio para no reírse ante la expresión de su esposo, al parecer se lo estaba imaginando y no le llamaba demasiado la atención.
Ava seguía balbuceando sobre la fiesta y lo feliz que estaba de tener hermanitos, pero la risa de Satarah desapareció de su rostro al ver a Yelena entrar junto a un hombre, el mismo de la noche pasada, al que habían llevado a la clínica. Su rostro estaba quemado y lleno de cicatrices dolorosas, pero cuando sus ojos la miraron ella no dudó en reconocer