185. Señor Ricci
—Te estás desangrando —dijo Zinoviy como si no fuera obvio.
Dimitry lo ignoró, mientras que Valerik se llevaba al Metisy. Se dio la vuelta para entrar de nuevo en donde había encontrado a Metisy.
—Tenemos que desmantelar este lugar, esos animales son importantes, creo que está trabajando con el veneno de ellos —habló para sorpresa de Zinoviy quien enseguida lo siguió adentro con curiosidad.
Dimitri se quitó la camisa para hacer un torniquete con ella en su abdomen y detener el sangrado.
—Lo haremos, no hay necesidad de que te quedes. A menos que no te fíes de mí —añadió con desdén echando un vistazo al lugar.
—No me voy a morir por una puñalada.
No confirmó si se fiaba o no de él pero Zinoviy intuía que comenzaba a hacerlo. Aunque fuera un poco.
—Adivino, no es la primera vez que te apuñalan.
—¿Importa?
—No me importaría, si mi hermana no llorara si te murieras.
Al recordar a Satarah, Dimitry se paralizó por un momento recordando a su esposa, no estaba bromeando al decir que quería ir