186. Solo a ti
Satarah no pudo evitar estar preocupada mientras que todas estaban esperando afuera por alguna respuesta sobre Gian, sin embargo, sus pensamientos no sólo estaban en su mejor amigo, sino también en Dimitry y su hermano quienes aún no llegaban.
Natalia estaba a su lado y podía ver lo mal que estaba, Satarah siempre había sospechado que Natalia estaba enamorada de Gian, pero acababa de comprobarlo.
También notó cuando Lya se había paralizado en el momento en que marcó la tocó y recordó cada palabra que ella le contó de lo que le habían hecho en el pasado.
Incluso la satisfacción de haber matado a ese hombre no era suficiente, porque sabía que su hermana vivía torturada día tras día con ese recuerdo, pero quizás si la convencía de ir a terapia Natalia podría dárselo oportunidad de amar sin miedo a Gian. Quizás su amigo era el único que podría sacarla de esa oscuridad.
—Satarah, creo que tu deberías ir a descansar —la voz de Yelena la sacó de sus cavilaciones.
Alzó la vista encontrándose