Dimitry salió de la habitación de su madre aturdido con lo que ella le había dicho, sin embargo, tenía que enfocarse en aquella llamada.

Si lo había llamado no era normal.

No después de siete años que había asesinado a su padre. Él había esperado que fuera por él a intentar matarlo.

Con dieciocho años y la rabia rugiendo en sus venas Dimitry era peligroso pero ahora que había madurado y había perfeccionado su modo era aún peor. No tenía sentido que estuviera mintiendo.

¿Para qué llamar la atención sobre él cuando debía saber que su objetivo principal era destruir a los Ivanov?

Evidentemente tenía algo entre manos y él debía proteger a su familia.

—No pudo estar mintiendo, ¿De quién carajos hablaba?

Dimitry se sentía frustrado sin comprender.

Enseguida volvió a su oficina en busca de la laptop donde había rastreado la dirección mientras iba a chequear a Ava.

—Te tengo, hijo de puta.

Su sonrisa se congeló en sus labios cuando recordó nuevamente lo que él le había dicho y entonces lo com