166. Mi hijo desapareció
Dimitry llamó a Valerik quien no tardó en contestar.
—¿Te ocupaste del cargamento?
—Maldita sea, ¿No duermes? Pensé que tu insomnio se había ido con Satarah de vuelta.
—No me cabrees Valerik, habla.
—Lo hice. Después de que llevé a Rashel a casa me ocupé, todo está solucionado.
Dimitry se dirigió a la habitación de su hermana y gruñó al ver que la puerta estaba bloqueada.
—Maldita sea, Rashel. Abre la puerta.
—¿Qué pasa con Rashel? —preguntó él como si hubiera despertado de repente.
Dimitry lo ignoró.
—Quiero más seguridad en la casa, ahora te llamo. Tengo que ver algo.
—Dimitry...
Él le colgó y golpeó la puerta de Rashel preocupado de que fuera de su hermana de quien estaba hablando pero cuando escuchó el gruñido furioso de Rashel su ansiedad se calmó un poco.
—¿Qué demonios crees que haces llamando a mi puerta a las cuatro de la mañana? ¿Por qué no vas a hacer lo que un hombre normal hace? Como por ejemplo, dormir.
Dimitry dio una mirada rápida por el rostro de su hermana aliviado de