164. Promételo
En algún punto de la noche Satarah se había quedado profundamente dormida. Dimitry había pasado un brazo sobre su cintura después de apartar un mechón largo de su cabello recorriéndola lentamente con su mirada.
Sentía que su corazón se apretaba al ver lo hermosa que se veía además de vulnerable.
Sabía que ahora que había vuelto tenía que protegerla de absolutamente todo y no solo a ella, Satarah le había dado una familia a la que proteger. El mundo de la mafia nunca había sido nada fácil pero a medida que los años pasaban él había aprendido no solo a hacer crecer el imperio de los Romanov, sino también a cuidar de los suyos, tenía que aumentar la seguridad de su casa, nada era suficiente para mantener a su familia a salvo.
Se estaba volviendo paranoico pero tenía enemigos en todos lados. Antes Satarah quería mantenerse alejada de la mafia, ahora que se había enamorado de él eso había quedado descartado, por eso necesitaba que ella pudiera sentirse segura en su mundo para que no pensara