115. No te alejes de mí
—Lya, baja tú primero.
La voz oscura de Dimitry sumado a su mirada inquietante provocó que el corazón de Satarah se detuviera.
Sintió también los ojos de su melliza pero no tuvo el valor para mirarla porque ella también sabía lo que se sentía que el hombre al que amaba dedicara su atención a otra.
De lo que Natalya no tenía ni idea es que este matrimonio era cuestión de tiempo y su felicidad con Dimitry estaba a la vuelta de la esquina cuando ella se hiciera a un lado.
—Está bien, los esperaré afuera.
Dimitry no respondió.
Sus pupilas estaban taladrando a Satarah. Ella notó la molestia en él.
Su mandíbula estaba apretada y se veía tan sexy que varios pensamientos atrevidos pasaron por su cabeza.
"Basta. Hace segundos tú hermana estaba sobre él, Satarah."
—Espero que te comportes —dijo él por medio de un gruñido sacándola de sus cavilaciones.
—¿Es una especie de prueba? —soltó de manera indiferente mirando por la ventana.
Quería olvidarse de su presencia. Aunque la mano de Dimitry cubr