21. Damien Lefevre, podría estar vivo
POV IRENE SAINT
El roce de sus labios y el calor de sus caricias me envuelven en una sensación desconocida, un fuego que jamás había experimentado.
Alessandro es un hombre de presencia imponente: dominante, seguro, pero con una dulzura que brilla en sus ojos y que en otras circunstancias me ofrecería paz. Hoy, sin embargo, sus brazos no traen tranquilidad; lo que recorre mi cuerpo es un aluvión de emociones que derriba cada muro que levanté para proteger mi corazón.
Él siempre fue honesto: nunca me prometió amor, solo protección. Y, sin embargo, ahora que no intenta envolverme en gestos románticos, lejos de incomodarme, despierta en mí un deseo aún más libre e intenso.
Es un hombre encantador, viril, magnético ; alguien con la capacidad de desestabilizar a cualquier mujer. Yo no soy la excepción.
Sus besos tienen la precisión de la experiencia, y sus manos ejercen la firmeza exacta para encender en mí un deseo insaciable. Su fragancia se adueña de mis sentidos, y su sola prese