— ¿Dónde está?— interrogó Alessandro a su madre luego de salir del despacho.
— Ivy la acompañó al baño.— respondió Sonee en tono bajo. — ¿Qué está sucediendo, hijo?¿ A qué acuerdo llegaste con el Señor D'mario?
— Ya padre te pondrá al tanto.
Ivanna escuchaba a su cuñada vomitar y arrugaba el entrecejo.
Según lo que había entendido, la muchacha no era la mujer con la que Alessandro había planeado casarse desde el principio, y sin embargo, nunca había visto a su hermano comportarse tan...raro, alrededor de una chica.
¿ Sería posible que su hermanito estuviera enamorado de su improbable esposa? ¿Y acaso ella estaba embarazada? Paeciay imposible. Llevaban muy pocos días de casados.
Tocó a la puerta y la llamó en tono preocupado.
— Catalina, ¿estás bien?
Oyó el sonido del retrete y luego el de agua cayendo. Imaginó que su cuñada se estaba lavando las manos y cuando la puerta se abrió, no se sorprendió de verla pálida y con aspecto demacrado.
— ¿Estás bien?— insistió.
Catalina n