72. El verdadero Heredero
El parecido entre los hermanos era innegable. Ambos compartían los mismos ojos color ámbar, aunque los de Nikolai ardían ahora con un fuego de odio y resentimiento. Su cabello rojizo, aunque enmarañado y sucio, conservaba destellos de su antiguo esplendor. La barba descuidada que cubría su rostro no lograba ocultar los rasgos aristocráticos que delataban su linaje real.
Cuando Nikolai vio a Valdimir emerger del vórtice mágico, una sonrisa torcida se dibujó en sus labios agrietados. Era una expresión que mezclaba desafío y amargura en partes iguales.
—Así que te escapaste como una asquerosa rata, abriendo un túnel, incluso te arrastraste entre la m****a, es simplemente perfecto —comenzó Valdimir con su voz destilando desprecio—. ¿Cuánto tiempo te tomó, los dos años que llevas encerrado?
La burla en su tono era evidente, y sus ojos brillaban con una satisfacción cruel al contemplar el estado de su hermano mayor.
—Me encanta —añadió, permitiéndose una risa baja y controlada que resonó en