213. La primera vez
Con reverencia, Erik y Celeste decidieron iniciar, poniéndose de pie. Erik inhaló profundamente, preparándose para el momento que tanto habían anticipado. Con dedos temblorosos, comenzó a aflojar los intrincados lazos que mantenían el vestido de Celeste ajustado a su figura. Era la primera vez que desvestía a una mujer, y que esta fuera su esposa le provocaba una mezcla embriagadora de nerviosismo y excitación.
Capa tras capa, el vestido, el corsé y el armador fueron cayendo al suelo, revelando gradualmente la piel de Celeste. Finalmente, cuando no quedó nada más que quitar, el cuerpo desnudo de ella quedó expuesto ante la mirada admirada de Erik. Sus ojos recorrieron con asombro los senos y la intimidad de su hermosa rubia, provocando una inmediata reacción en su propio cuerpo.
—Eres tan hermosa —murmuró Erik lleno emoción y deseo. Celeste sonrió, sintiendo que esas palabras eran el preludio de un nuevo capítulo que ansiaban escribir juntos.
Luego, llegó el turno de Celeste para desve