Un prueba de su descendencia.
El abogado Choez abandonó las instalaciones de la empresa. Una vez en su automóvil, extrajo su móvil del bolsillo interior de su saco y, marcó el número telefónico de la residencia Arteaga.
La voz de la ama de llaves resonó, informándole que Stella no se encontraba en la mansión y que no había dormido la noche anterior, no durante la mañana.
Agradeció y finalizó la llamada. Tras un momento de reflexión mientras continuaba su trayecto decidió buscarla a casa de Mayra, la única amiga cercana que Stella tenía.
Era el único lugar lógico donde podría encontrarla, considerando las limitadas conexiones sociales que la joven mantenía en la ciudad.
Al traspasar el umbral de aquella vivienda: dos mujeres similares se encontraban ante él, compartiendo rasgos faciales tan idénticos que por un instante creyó estar experimentando una alucinación.
Quedó momentáneamente paralizado, incapaz de articular palabra alguna mientras su mirada analítica transitaba entre ambas figuras femeninas, estudi