61. Ayudante de mudanza
Dania.
Alguien toca a la puerta, miro en dirección a la ventana de mi habitación, el sol aún no ha salido totalmente, aún quiero seguir durmiendo, sin nada de ánimo me pongo mis pantuflas y arrastro los pies a la puerta, es una suerte que sea un lugar relativamente pequeño y de una sola planta.
Vuelven a tocar, posiblemente sea mi mamá, que encontró más cosas en casa que podrían servirme para tenerlas aquí, espero que no porque aún no sé donde voy a meter tantas cosas, abro la puerta y doy un respingo cuando me encuentro con él en la puerta, Alessandro.
— ¿Qué haces aquí?.- le pregunto perpleja, él solo sonríe y me mira de pies a cabeza.
— Buen día, dormilona, vengo ayudarte como quedamos. - hago un gesto de fastidio, aún es muy temprano, me hago a un lado para que pase, después cierro la puerta.
— Aún es muy temprano ¿No crees?
— Bueno mi día empieza desde más temprano, así que no.
— Agg...
Me quejo y arrastro los pies para ir de vuelta a mi habitación y ponerme algo más cómo