LISSANDRA
La mañana avanzó demasiado rápido. Después del encuentro con Marcus y la divertida pelea por las cajitas de lencería, y su manera de demostrarme que siempre estaba listo para hacerme el amor, me sentía la mujer más feliz del mundo, viví 3 años con un hombre que solo sentí asco por mí, y de eso pasé a estar con un hombre que no podía mantener sus manos lejos de mi cuerpo, y eso me encantaba.
La manera en que me miraba con deseo, cuando recorría mi cuerpo con esa sonrisa traviesa como si su mente planeara cosas sucias apenas me veía, Ashton sin duda me amaba. Después de nuestro encuentro, el resto del día se me fue entre risas con Erick, una ducha tibia y un largo rato frente al espejo, intentando elegir el vestido perfecto para la entrevista.
Era extraño. Nunca había dado una entrevista. Mucho menos como prometida del CEO más poderoso y deseado del país. Y aún así, lo que más me importaba no era lo que fueran a preguntarme… sino cómo me vería Ash cuando me viera entrar.
Querí