Mas que su asistente

Después del tenso momento entre nosotros, logré recomponerme. Apenas.

Ash volvió a su escritorio, serio, como si no acabara de hacerme temblar con una sola frase. Se puso a responder correos, firmar papeles y dar instrucciones por teléfono, como si el mundo entero girara a su ritmo.

Yo, sentada en mi nuevo escritorio —a solo un metro del suyo—, trataba de respirar con normalidad. Decidí concentrarme en el trabajo, tenía que sacar sus palabras de mi mente. Revisé las carpetas que él había dejado sobre mi escritorio y encontré algo que captó mi atención: un proyecto de inversión inmobiliaria en el extranjero, con cifras llamativas… pero con márgenes mal calculados.

Fruncí el ceño, tomé una libreta y me puse a trabajar.

Una hora después, me levanté, respiré hondo y caminé hasta su escritorio. Ash levantó la mirada, clavando sus ojos azules en los míos.

—¿Sí?

—Revisé los archivos del proyecto de expansión en Múnich. Las proyecciones que hicieron están mal calculadas. Sobreestimaron el ret
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App