ASHTON GARDNER

Pasaron los meses y así lo hice. Sin mi Liss, ese inútil no era nadie.

La busqué, pero le perdí el rastro. Ella dijo que se iría lejos y lo cumplió.

Pasaron los años. Y un día de lluvia, mi secretaria me anunció que Lissandra Smith quería verme.

Mi corazón dio un vuelco. Le dije que la hiciera pasar inmediatamente.

Estaba nervioso. La vería después de cuatro años. ¿Me reconocería? ¿Sabría que fui yo el de aquella noche?

Me perdí en mis pensamientos mirando por la ventana, hasta que escuché esos tacones. Me giré. Ahí estaba ella. Mojada, pálida, como si hubiera luchado una guerra y la hubiera perdido.

Quería abrazarla. Besarla. Pero debía mantener mi máscara fría, hasta saber por qué me buscaba.

—Señora Black… perdón la costumbre. Señorita Smith, dígame, ¿a qué se debe su visita? No hay ningún proyecto que me quiera quitar de las manos, que yo sepa.

Intenté que no se notara lo nervioso que estaba.

—Señor Gardner, vengo a solicitar un milagro.

Le di una sonrisa rígida y m