Karan intentaba comer algo en el comedor de La Orden. Desde que apresaron a Amaya días atrás no dejaba de buscar la manera de rescatarla, pero el hecho de que se encontrara recluida en la división médica lo hacía casi imposible. La tarjeta del doctor Branson no sirvió cuando intentó entrar de noche y sacarla de allí, la habían desactivado. No se atrevía a contarle a nadie sus planes, no estaba seguro de en quién confiar, pero sí era consciente de que debía darse prisa.
Se llevó un bocado de puré a la boca cuando recibió la llamada de Hatsú. Llevaba exactamente los días que Amaya tenía prisionera sin verla. Se preocupó creyendo que algo malo sucedía. Pero después de hablar con ella y verificar que no era así, permaneció un momento más en el desierto comedor, mirando sin ver en realidad su plato. Quizás la solución era entrar a la división médica junto con Hatsú y sacar a Amaya a la fuerza. Suspiró sabiendo que esa no era la mejor opción.
Se levantó, fue a su habitación a mirar el prog