Mundo ficciónIniciar sesiónCuando Ryu estuvo seguro de que Amaya no lo veía, hizo una mueca de dolor. Varias heridas atravesaban su espalda y sus brazos, no lo matarían, pero dolían y de seguro también restringirían sus movimientos.
Avanzó con la cimitarra en alto. Antes de llegar a las escaleras se encontró a un grupo de centinelas resguardándolas. En lo que enarboló la espada e hizo el rápido y amplio movimiento para asestar su ataque, el dolor lo traspasó. Apretó los dientes, debía terminar rápido aquello si quería llegar al castillo de pie y no arrastrándose por el dolor de sus muchas heridas.
Los vampiros frente a él pronto inclinaron sus cuerpos, sus caras se retorcieron en un vano intento por ganar aire en lo que Ryu desplegó en ellos su onda ex







