Mundo ficciónIniciar sesiónLa filosa hoja de plata y estrancio apoyada en el blanco cuello de Zahyr hizo un pequeño corte, la sangre brotó como cuentas de rubí. Ryu se relamió los labios, deseoso de deslizarla y rasgar aún más la piel del vampiro. Poder cobrar su venganza era lo que más ansiaba, por fin tenía en sus manos a quien le traicionó.
El albino no se movía, sabía que un paso en falso sería fatal. Sus párpados descendieron, las pestañas temblaron, los iris rojizos posaron la mirada en la brillante hoja que amenazaba su vida.
—¡Mátame! ¡¿Qué esperas?! —siseo Zahyr con odio.
—¡Oh, no me lo pidas con tanta vehemencia que tal vez te complazca!







