Laurel
No fui capaz de enfrentar a Liadrek hoy, así que decidí no ir a desayunar. En su lugar, vine al taller y me puse a leer los libros antiguos sobre los Woses.
Necesitaba pistas...
Ayayay... Quizás estaba siendo paranoica, pero no había otra explicación.
Si mis sospechas eran ciertas, entonces Liadrek corría peligro. Su poder era su debilidad y su pasado, una prisión.
Me senté para no tumbar nada, pues mis manos temblaban de una manera que me impedía sostener cualquier cosa. Hice varias inhalaciones y exhalaciones para calmarme, pero era imposible.
Había tanto en mi cabeza y corazón que sentía que me asfixiaba. Por un lado, estaba el dolor por el comportamiento de Liadrek y nuestra posible ruptura; y por el otro, la amenaza de ese poder espejo que me atacó anoche.
¿Y lo peor? Que, si alguien era capaz de utilizar dicha habilidad, entonces ese chiquillo estaba vulnerable...
Ay, debía protegerlo...
Él siempre fue tan sensible y apasionado...
Otro suspiro...
No pude evitar recordar a