Escapando de un mal amor. Capítulo Soy tuya
Luciana bajó del auto con pasos temblorosos, los labios partidos por el frío y el alma hecha trizas.
Su vestido estaba arrugado, su cabello revuelto.
En cuanto puso un pie sobre el asfalto, corrió hacia Octavio.
—¡No le creas, Octavio, por favor! ¡Él miente!
Samuel se zafó brevemente del agarre de los guardias y gritó con voz venenosa:
—¡Ella quiso escapar conmigo! ¡No te ama, Octavio! ¡Nunca lo hizo!
Luciana lo fulminó con la mirada, llena de rabia e impotencia.
Sus lágrimas eran de dolor, pero también de odio. Odiaba a Samuel por seguir destruyéndola con mentiras, por tratar de ensuciar todo lo que había reconstruido.
Él sabía que la estaba arrastrando al abismo.
Octavio se mantuvo en silencio, inmóvil, mirándola. Pero sus ojos no eran los mismos de antes.
Había algo oscuro en ellos, algo que hizo que el corazón de Luciana se detuviera un segundo.
—¿Escapaste con él, Luciana? —preguntó con voz baja, contenida, casi susurrando—. Dime... ¿Lo recuerdas?
—¡Claro que me recuerda! —interru