Escapando de un mal amor. Capítulo Plan de amor y de venganza
Paulina despertó como si emergiera de un sueño confuso y pesado.
Sus párpados temblaron antes de abrirse por completo, y su respiración era agitada, como si acabara de ser arrancada de un mal sueño.
Al mirar a su alrededor, no reconoció el lugar de inmediato.
El cuarto era blanco, con el zumbido tenue de una máquina médica y el suave olor a desinfectante impregnando el aire. Su corazón latía rápido. Estaba asustada.
Pero entonces lo vio.
Pablo estaba a su lado, sentado en una silla incómoda, con los ojos cargados de preocupación y las manos temblorosas. En cuanto notó que ella despertaba, tomó su mano con urgencia.
—¡Estoy aquí! —dijo con la voz quebrada por la emoción—. Calma, mi amor… estás bien. Todo va a estar bien.
Paulina lo miró, desconcertada. Parpadeó varias veces, intentando procesar lo que pasaba.
Instintivamente, llevó una mano a su cabeza, que palpitaba con un dolor sordo.
Luego soltó la mano de Pablo con delicadeza, mirándolo con el ceño fruncido.
—¿Qué me pasó?
Pablo se