Escapando de un mal amor. Capítulo Olvídame
Deisy se aferró al cuerpo de Samuel como si su vida dependiera de ello.
Sus brazos temblorosos lo envolvieron con desesperación, hundiendo el rostro en su pecho mientras los sollozos le sacudían el cuerpo entero.
—¡No me dejes, por favor, Sam! —gimió entre lágrimas—. ¡Voy a morir, no me dejes sola!
Samuel sintió un nudo formarse en su garganta.
Sus manos quedaron suspendidas en el aire, sin saber si corresponder al abrazo o alejarse de ella de una vez por todas. El corazón le latía con fuerza, no por compasión, sino por miedo.
Miedo a la culpa, a la lástima, y sobre todo, a perder a Luciana.
Pero el rostro de Luciana vino a su mente como un rayo. Sus ojos, su voz, su risa.
Pensar en verla en brazos de Octavio Darson era peor que cualquier castigo, era como aceptar una derrota humillante. No, él no podía permitirse perderla.
—Deisy… —dijo al fin, separándola con suavidad, pero con firmeza—. Yo de verdad quiero ayudarte, lo sabes. Pero nunca fue mi intención perder a Luciana. Tú lo sabes