Mientras tanto, en un hotel lujoso de Lisboa, Lorna se sumergía en la calidez de una bañera de mármol blanco, rodeada de espuma perfumada.
Una copa de vino tinto descansaba en su mano derecha, y en la izquierda sostenía su teléfono móvil.
La pantalla iluminaba su rostro con un brillo frío, mientras sus ojos, delineados con esmero, se abrían con una falsa sorpresa al leer la noticia que esperaba desde hacía tanto tiempo.
Una sonrisa torcida, cargada de venenosa satisfacción, curvó sus labios pintados de rojo intenso.
«Se ha descubierto una red de lavado de dinero que está salpicando con dureza a grandes empresarios del Mediterráneo. Entre ellos, destaca Sergio Torrealba y su conglomerado, el Grupo Torrealba. Tras una minuciosa auditoría iniciada esta mañana, se ha confirmado la existencia de pruebas contundentes que acusan al importante empresario de participar en una red de lavado de activos que supera los miles de millones de dólares. Actualmente, la policía continúa la búsqueda del e