Y ahí estábamos los cuatro sentados en mi oficina. Yo, por supuesto, jugando con mi hermosa sobrina que me ha dicho chico dindo y me ha pedido upa ¿Hay algo mejor en esta vida?
Pues sí, ver la cara de esas dos, mientras Dani revisa los datos y la víbora de cascabel la mira atentamente, porque obvio a mí no me mira, no es capaz de hacerlo ya que lo único que quiere es hacerme mierda en estos momentos.
-Yo no veo ningún error en las estadísticas, Señor O'Connor, más bien he captado un error en sus indicaciones.
-¿Lo notaste, Dani? Fue por eso mismo que fui donde el señor James y le pedí ayuda y me dijo que tenía razón, que le parecía extraña la situación pues el mismo se había encargado de hacer esas estadísticas la semana pasada y me entregó esa copia que está ahí para redactar el documento que le adjunté y que este señorito ni siquiera lo ha visto.
¡Hija de la gran puta!
¡Fue a ver a mi papá y me ha descubierto!
Esto será más difícil de hacer, la castaña me ha pillado con las manos en