- Por un momento pensé que no me permitirían entrar, no sabía que había tanto protocolo para tu fiesta, no me dijiste nada. Expresó Gastón Con un poco de molestia.
- Lo siento, es que me había sentido mal, lo olvidé.
Gastón giró su rostro hacia el otro lado y puso sus ojos en blanco. - Tu padre no parecía nada cómodo con mi presencia.
- Disculpalo, el es así no le gustan los extraños.
Se acercaron de nuevo al caney dónde se llevaba a cabo la fiesta, la música sonaba pero el ambiente ya no era el mismo, todos cuchicheaban y miraban a todas partes preguntándose que había pasado, hasta que la mira de todos se posó en ellos.
El Alfa quien era el que más se veía incómodo se dirigió a su mesa, le comentó algo en el oído a su esposa, haciendo que se levantara de la silla y salieron del caney.
La primera mesa con la que se toparon era donde habían un grupo de lobas, entre ella estaban Stella, Kayla y Netty, no despegaron su mirada de ella. Sobre todo Stella que la miraba con mucho