Capítulo 60

Tatiana mira desde su mesa, la copa de vino casi intacta frente a ella, mientras sus ojos arden de resentimiento. La escena frente a su vista es insoportable: Nora riendo con sus amigos, ajena a todo, con esa sonrisa limpia que irrita como un cuchillo. Ya ha tomado varias fotos con disimulo, el ángulo perfecto, la sonrisa perfecta. Sonríe con malicia mientras escribe un mensaje y adjunta la mejor de ellas.

"Pensé que salías con la señorita Nora, pero la encontré en un restaurante en una cita."

Presiona enviar y se recuesta en la silla, satisfecha. Espera ver aparecer esas tres líneas de respuesta, pero el celular permanece mudo. Diez minutos, quince, veinte. Nada. Aprieta la mandíbula.

—Maldito arrogante —murmura para sí, y da un último vistazo a la mesa donde Nora y los demás ya se levantan para marcharse.

La frustración le quema las venas. Se pone de pie con un movimiento brusco, dispuesta a marcharse también, cuando choca con alguien de frente.

—¿Tatiana? —la voz mascul