57. Regalos y detalles
Capítulo 57
Silas sostiene con firmeza la mano de Nora mientras ambos caminan. La ciudad queda a sus espaldas y la calma del trayecto les permite respirar con tranquilidad después de todo lo vivido. Primero pasan por su casa; dejan las bolsas de compras, acomodan algunos paquetes y revisan que todo esté en orden. No se detienen demasiado, porque la visita importante los espera. Apenas se aseguran de guardar lo necesario, vuelven a salir y se dirigen juntos a la mansión Wyckham.
El camino hacia la propiedad impone. El aire es más frío en esa zona, los árboles se inclinan como si fueran centinelas y las luces cálidas que decoran las ventanas de la casa contrastan con la tarde gris. Al llegar, Silas se adelanta para abrir la puerta del coche y ayuda a Nora a bajar. Ella sujeta con cuidado algunos regalos envueltos en papeles sencillos, pero bien arreglados, y sonríe con un gesto que mezcla emoción y nerviosismo.
—Qué hermosa estás, niña. Ven, ven —exclama la anciana desde un sillón junto