El Día en el que Todo Cambió.
El corredor principal del Instituto Experimental tenía un frío que no venía de las paredes metálicas, sino de la forma en que todos caminaban sin mirar a nadie directamente. Era un lugar construido para mentes perfectas, para cuerpos calculados al milímetro, y aun así, ese día, los cuatro intentaban aferrarse a algo parecido a la normalidad.
Isela, Selena, Leo y Cayden caminaban juntos, aunque “juntos” era un término generoso. Caminaban en la misma dirección, eso sí, pero el aire estaba tan tenso que parecía cristal a punto de romperse.
Isela iba adelante, balanceando la carpeta contra la cadera, con ese andar rápido de quien siempre estaba pensando tres cosas al mismo tiempo. Su cabello recogido dejaba ver la nuca, donde un pequeño chip plateado brillaba al compás de la luz. El Consejo presumía que era la más prometedora del año, quizá de la década. Era la respiración misma del Proyecto Alfa.
Leo caminaba detrás de ella, tenso, con los hombros rígidos. A veces desviaba la vista hacia