Ansiedad
Damian se detuvo a medio paso cuando los ojos de Alessia se tiñeron de un rojo intenso y sus colmillos sobresalieron apenas, afilados como una advertencia silenciosa. Su voz, grave y temblorosa, rompió el tenso aire que los envolvía.
- No te acerques... - pidió, entrecerrando los ojos - De verdad me estoy controlando.
Pero el aroma de Damian llenaba el espacio, embriagante, imposible de ignorar. Alessia se estremeció, sus instintos de depredadora y el vínculo al borde de desbordarse.
Damian, acostumbrado a enfrentarse a peligros, no retrocedió. Estaba preparado para que Aria -a quien había visto como una posible escolta o soldado- irrumpiera y lo inmovilizara por su imprudencia. O Alessia lo atacara.
Lo que ocurrió a continuación lo tomó completamente por sorpresa.
Aria entró con urgencia, su presencia imponente cortando el aire cargado. Damian tensó los músculos, listo para ser sujetado, pero en lu