Cuando salen del ascensor en planta baja, el morocho cierra los ojos al ver a Mateo junto a Lina que están a punto de subir. Gaby se apresuró a que saquen al hombre afuera del ascensor, no quería que lo viera Mateo, ni siquiera sabía si el niño era consciente de algo sobre su padre o de lo sucedido.
Lina, al darse cuenta de quien se trataba del que llevaban en la silla de ruedas, toma a Mateo y lo hace a un lado, casi poniéndose delante del niño para que no tuviera contacto con el hombre. El morocho se mueve rápido para tapar más al hombre de la vista de Mateo.
—Lina —habla tratando de no ser tan evidente—. ¿Van a ver a Sofi?
Mateo logra ver al hombre en la silla de ruedas conforme pasa por su lado, había algo en aquel tipo que le llamaba la atención, pero no podía distinguir de qué se trataba. El hombre clava sus ojos en el niño, le sonríe y le guiña un ojo. El niño frunce el ceño con ese acto y peor fue, cuando vio las manos del hombre esposadas sobre la silla. Ellos se observaron p