Capítulo 58. Sombras y Vigilancias
El amanecer pintaba las murallas de la fortaleza con tonos dorados cuando Alina bajó a la enfermería. El aire olía a hierbas medicinales y a piedra húmeda. Liam, recostado en la cama, la recibió con una sonrisa cansada, pero auténtica.
—¿Qué pasó? —preguntó en cuanto la vio entrar.
Alina se acercó, tomó su mano y la apretó con cariño.
—El Consejo decidió liberarte. Tanto tú como Joseph ya no estarán encerrados. Pero estarán bajo vigilancia.
Los ojos del muchacho se iluminaron.
—¿De verdad? ¡Eso es… eso es increíble! —Su voz temblaba entre alegría y alivio—. Pensé que me iban a encadenar para siempre.
—Devon no es así —dijo Alina suavemente—. Y Matilda tampoco. Ambos creen que merecen una oportunidad… aunque no todos piensan igual.
Liam asintió, serio, consciente de las tensiones que se respiraban en la fortaleza.
—¿Y Joseph?
—También quedará libre —respondió ella—. Pero aún… hay heridas que no se han cerrado entre él y esta manada.
Liam la miró con atención, notando la sombra de in