Capítulo 138. Prosperidad
El tiempo había pasado como un suspiro, aunque cada día había traído consigo una nueva dicha pero también un nuevo desafío.
Alina se encontraba ya en la semana treinta y ocho de su embarazo. Su vientre redondeado y enorme era testimonio vivo del milagro que crecía en su interior: no uno, sino tres cachorros que habían vencido los temores y pronósticos oscuros de los médicos y sanadores. El peligro había quedado atrás, y aunque ella aún caminaba con lentitud y se cansaba con facilidad, la luz en sus ojos era más brillante que nunca.
En el castillo reinaba un aire de prosperidad. La pequeña Lyria crecía fuerte y alegre, llenando pasillos y jardines con su risa cristalina. Mya y Joseph estaban comprometidos en matrimonio, irradiando esa ilusión juvenil que contagiaba a todos, y Liam se encontraba en tierras Darkfang, trabajando en la reconstrucción de lo que la guerra había dejado atrás. Nadie había vuelto a saber de Ariel, y aunque esa ausencia permanecía como una sombra en el recuerdo