Capítulo 137. Múltiple
La luz tenue de los ventanales del castillo Blacknight se filtraba en la recámara cuando Alina abrió los ojos por primera vez después de varias horas de inconsciencia. El aire estaba impregnado con el olor de hierbas medicinales y cera derretida de las velas. Lo primero que vio fue el rostro preocupado de Matilda, sentada a un costado de la cama, sosteniéndole la mano como si con ello pudiera retenerla en este mundo. Cerca, Martha se mantenía de pie, con los brazos cruzados contra el pecho, como si esa postura rígida fuera lo único que le daba fuerzas para no derrumbarse.
—Alina —susurró Matilda, con un nudo en la garganta—. Ya estás de nuevo con nosotros. Gracias a los Dioses.
Alina intentó hablar, pero un dolor sordo en el vientre le arrancó una mueca. El gesto fue suficiente para que todos los que estaban en la habitación reaccionaran. Mya, con lágrimas contenidas en los ojos, se inclinó hacia ella; Liam y Joseph intercambiaron miradas graves desde la esquina, atentos a cada movimi