Capítulo 109. Luna nueva
El amanecer comenzaba a teñir el cielo de tonos rosados cuando Liam terminó de asegurar a Mya sobre la montura. La joven madre sostenía a su hija contra el pecho, envuelta en la manta, mientras él guiaba el caballo con paso lento para evitar sobresaltos.
—Avísame si sientes que no puedes más —le dijo, mirándola de reojo.
Mya, exhausta pero con una sonrisa débil, negó suavemente.
—Estoy bien… sólo quiero llegar al castillo.
El trayecto fue silencioso, roto únicamente por el sonido de las pisadas del caballo y el suave balbuceo de la recién nacida. Cada vez que Liam miraba a la pequeña, sentía ese extraño calor en el pecho, como si una parte de él hubiera quedado grabada en ese instante del lago.
En las murallas del castillo Blacknight, los centinelas los vieron llegar y dieron la voz de alarma. En segundos, Devon apareció en el patio, con el ceño fruncido y el paso decidido.
—¿Qué demonios pasó? —preguntó al ver a Mya pálida y apoyada en Liam.
Liam desmontó rápidamente y ayudó a Mya a