[Donovan]
Karina me llamó apenas supo de la llamada de Adrik a Cassia. Su voz era una mezcla de miedo, rabia y preocupación pura, y yo, por supuesto, no dudé ni un segundo en regresar a la mansión a la velocidad que mi auto permitió, maldiciendo cada semáforo en rojo que se interpuso en mi camino.
Maldita sea, Adrik... ¿Cómo mierda conseguiste el número de mi esposa?
Al llegar, lo primero que hice fue buscar a Cassia con la mirada; no me interesaba nadie más. La encontré sentada en el sofá, con el rostro pálido y sus preciosos ojos llenos de miedo, de horribles recuerdos que todavía la acechaban. Y aun así, ella estaba intentando disimular lo que había pasado, seguramente para no preocupar a nadie.
Qué tonta eres, Cassia.
—Cass —dije firme, pero con la voz cargada de urgencia—. Hey, ¿cómo estás? ¿Qué pasó? ¿Qué fue lo que te dijo ese bastardo? ¿Te amenazó?
Si lo hizo, yo mismo lo buscaré hasta debajo de las piedras para poder matarlo.
Ella me miró y tragó saliva. Por un momento vi cóm