Brianna se había preguntado más de una vez qué clase de ceguera tenía su madre para haber considerado que alguien como Ezra Hunt era material de esposo, o al menos de ser humano.
Ese tipo era una mierda y su madre una mujer fantástica. ¿Cómo terminó con una escoria así?
Después del encuentro con la pareja dispareja, Amelia y Brianna estuvieron hablando sobre establecer una pequeña base en la ciudad para trabajar, ya que Dylan, un amigo en común, se transferiría de vuelta a Irlanda.
Mientras ella acompañaba a Evan a pedir unos zapatos, Amelia llamó al jefe, y tras unos minutos volvió sonriente.
—Él dice que tendremos una pequeña reunión por la tarde. Los cuatro.
Unas horas más tarde, Amelia los llevó a casa. Evan llevaba un par de bolsas no muy pesadas con algunas de sus cosas para la escuela, y marchaba contento, balanceándolas.
Él era así, muy sensato la mayoría del tiempo, pero niño al fin, y a veces se contentaba con las cosas más inesperadas, y no podía evitar sonreír, emocionarse