ULRIK
A mis veintiún años era más impulsivo y menos cuidadoso que ahora, y eso quizá hizo que pasara mucho por alto.
Era mi error, y de alguna manera en el presente nos enfrentábamos a las consecuencias.
Siete años atrás, me enteré del secuestro de Lars y de su madre por boca de Soren, quien me envió un mensaje para informarme.
Nosotros no éramos particularmente cercanos, pero tenía mi número y siempre supo que era cercano a su hermano, así que me avisó.
En ese momento enloquecí. Mi pavor fue tal que mi padre tuvo que zarandearme para que entrara en razón. Se suponía que yo era Raijin de Enginn, y tenía que comportarme como tal.
Con el tiempo había aprendido a controlar mis reacciones respecto a Lars, pero seguía siendo débil en lo que a él respectaba. Siempre lo sería.
Por aquel entonces dejé mi trabajo, llamé a unos conocidos en Hiraeth y, junto a mi equipo, me sumergí en la investigación. Andy y Dom me ayudaron dentro de sus posibilidades, pero tomó cinco días, cinco espantosos día