LARS
No era la primera vez que veía morir a alguien, pero era la primera que veía a alguien acabar con la vida de otra persona de una manera tan personal.
Malek era amigo de Ulrik, y él había hecho lo que hizo por mí.
Esa comprensión llenó mi pecho de una incertidumbre momentánea que luego se transformó en una mezcla entre temor y una rara alegría.
Él mató a ese tipo por mi bien, para evitar que ese hombre me matara en el futuro.
Solo pensarlo era fuerte.
Pero Malek, para bien o para mal, era amigo de Ulrik, por lo que resultaba inevitable que le afectara, y lo vi en su espalda tensa, en él intentando calmarse para no demostrar tristeza. ¿Sentirse triste era malo? Para nada, o al menos yo no lo veía
así.
Por eso, tras ver cómo se desarrollaba todo, me levanté con cuidado y me le acerqué despacio para abrazarlo por el pecho y recostarme un poco en su cuerpo.
—Till… no tienes que fingir que no te importa lo que acabas de hacer, ¿sabes? No puedes solo ignorar que era tu amigo. —Las palab