LARS
Se me pusieron los pies fríos mientras salía del ascensor, y cuando vi a Asami, que trabajaba en su computadora como si no hubiera un mañana, y a Hakim y Kenji, que estaban cerca suyo haciendo algo en sus celulares, me pregunté si había pasado alguna otra cosa.
Sin embargo, llamé a la puerta del despacho, y entré al recibir autorización.
Ulrik se hallaba sentado a su escritorio, mirando algo en una tablet con el ceño fruncido. ¿Estaba molesto? ¿Conmigo?
Dios, toda mi valentía de más temprano se fue al garete.
—Doctor Jantzen, buenos días —saludé y me aclaré la garganta luego, incómodo.
Él alzó la cara, y una rara sonrisa pintó sus labios al verme.
—Ven aquí —repitió el contenido de su mensaje.
¿Eso debía hacerme sentir mejor o peor? Dagmar me había dado su apoyo, pero Ulrik… podía ser impredecible según su estado de ánimo.
Bueno, hace dos días todo estaba más o menos bien entre nosotros, di progresos, pero…
Caminé hacia el escritorio y me senté frente a él cuando lo pidió, aunque