Edie Holmes es un joven proveniente de una familia de nivel social medio de 3 integrantes, universitario dedicado a sus estudios ya que lo ha ganado por una beca. Su vida no era la mejor de todas, pero era feliz, hasta que su padre quién por desesperación en apostar en los juegos de azar lo entrega como garantía recibiendo más dinero dónde lo pierde todo. Eric Pearson es un poderoso mafioso quien disfrutaba comprar personas para sus deleites personales. Pero un rumor corría en el mundo que lo rodeaba, que lo hacía temible para esas personas que eran ofrecidas. El giro de la vida hace que estas dos personas se encuentren. Logrará Edie ser libre de lo que le toca vivir por culpa de su padre? Eric será realmente ese hombre del que todos temen?
Leer más— No! ¡Déjenme!
— Deja de resistirte! ¡El señor ha pedido verte!
— No! Va matarme! ¡Por favor! — Gritaba desesperado, su corazón latía con fuerza sintiendo su pulso como ahogaba su garganta.
— Eso depende de ti, pequeño. — Dice con una sonrisa malvada, logrando que sintiera corrientes eléctricas como rayos en toda su columna vertebral.
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Estoy seguro de que este no es el lugar donde debería de estar, ¿me pregunto por qué? ¿Cómo mi padre fue capaz de hacerme tal cosa? ¿Dónde está el amor sanguíneo que debería protegerme y no exponerme a tan desagradable situación? Mi corazón bombeaba cada vez más fuerte mientras dos grandes hombres me sostienen de ambos brazos arrastrándome a la habitación de su señor, el hombre que temo, quien podría aniquilarme en cuestión de minutos si lo quisiera, no importaba que tanto les rogaba que me soltasen, nada parecía hacer para evitar que llegara este momento.
Solo lo he visto en una ocasión, ese día que fui comprado, luego de eso me mantuvieron encerrado en una habitación sin poder saber el tiempo ni dónde me encontraba, nadie me dirigía una sola palabra pero agradecía que no me hicieran daño, es más podría decir que incluso he comido buena comida, que acaso quería hacerme disfrutar de una buena vida antes de acabar conmigo? por momentos me sentía como esos animales al ser engordados para luego bajar la guillotina sobre sus cuellos para disfrutar de su carne. ¿Dramático? Puede ser, pero mucho no tenía que hacer en todo ese tiempo encerrado, intentaba mantener mi mente ocupada en otras cosas, pero me era imposible ante lo que estaba experimentando, el solo hecho de no saber qué pasará conmigo me aterraba.
Solo que ahora me encontraba frente a una gran puerta enmarcada con rostros de tigres mostrando unos colmillos feroces. Mis piernas tiemblan al momento que ésta es abierta por una persona con el ceño fruncido al verme, como si me odiara, ¿por qué lo haría? Si me convirtieron en un esclavo mientras éste se veía que disfrutaba de la libertad, era el momento que no tenía nada que pudieran envidiarme.
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Mi nombre es Edie Holmes, tengo 26 años, acabando mi carrera de ciencias contables en la universidad. Soy hijo único en una familia de nivel social medio, mi madre es gerente en un hotel donde casi no la veo, mi padre es un contador conocido en el país, que también su amor a los juegos de azar no era un secreto.
Mi vida era tranquila, rodeado de buenas amistades, me dedicaba 100% a mis estudios, así que darle tiempo a una cita o relación especial no era algo que me llamara la atención.
Con mis amigos íbamos a shopping, cines y a veces en bares a disfrutar un fin de semana.
Pero toda esa tranquilidad se acabó desde aquella noche. Estaba en la última hora de clases en la universidad, apunto de presentar un trabajo de investigación sobre estrategias para la recuperación de una empresa en quiebra. No era algo complicado para mí, ya que me encantaba la lógica. Mi presentación iniciaba, me sentía en mi salsa como decían mis amigos...
Cómo rescatar un negocio a punto de la quiebra. — Iniciaba mi exposición.
Cada vez menos clientes, escasas ganancias, cuentas que se acumulan, inventario que no se mueve, alto endeudamiento y dinero que ya no alcanza, son síntomas claros de que un negocio está a punto de quebrar y necesita ser rescatado con urgencia.
Todos prestaban atención a cada palabra que salía de mi boca, me sentía suficiente con mi gran trabajo. Al terminar recibí el reconocimiento por mis esfuerzos de parte de mis compañeros y profesor.
Feliz de por fin acabar con ese trabajo, me disponía a salir al igual que los demás hasta que mis amigos se abalanzaron a mí para invitarme a un bar.
— Wow! ¡Luego de esa presentación merecemos unos tragos! — Decía emocionado Marc como si se tratase del suyo.
— ¡No tienes permitido negarte, llevas dos semanas escondido tras tus libros! — Me reclama Eliot.
— Es verdad, no es igual si no vas... — Dice a modo de burla Bhon.
— Es sorprendente lo creíble que te oyes al decir esas palabras. — Bufo levantando las cejas.
— Vamos! ¡Las chicas no aceptan nuestras bebidas si no vas! — Recrimina Marc, el chico que cualquier escoba con falda le parece sexy.
— Lo sé, pero saben que no estoy interesado, deberían de utilizar otros trucos y dejar de convertirme en el anzuelo.
— Qué!? eres el más guapo del grupo! — Levanta la voz Marc.
— Además, solo utilizamos tu rostro, lo demás nos encargamos nosotros. — Responde Eliot.
— Y con eso, aun no nos dices por qué no te has tirado a ninguna de nuestras ligas. — Dice Bhon con el ceño fruncido. — O es que acaso... — Me mira sospechoso, pero la verdad no estoy con las hormonas alborotadas como ellos.
— Qué!? dejen de molestar! solo... solo no son mi tipo...
— Te gusta otra cosa? — Dice Marc tomando entre sus dedos mi mentón como si coqueteara conmigo.
— Qué quieres decir?
— No te juzgaremos si gustas de otras... cosas. — Se burla de nuevo, me aparto de su agarre y comienzo a caminar para liberarme de la situación. Pero pareciera que no me dejaran en paz fácilmente ya que vienen tras de mí.
— Solo debes decirlo, y te buscaremos... otras cosas. — Continúa Eliot, como si se divirtieran burlarse y en verdad lo hacían.
— No estoy interesado en conocer a alguien, quiero dedicarme a mi carrera y no tener distracciones. — Respondo determinado continuando con mis pasos.
— Pero son buenas distracciones, además no necesitas contraer matrimonio, solo disfrutar del momento. — Dice Bhon como si se tratase de lo más sencillo la conversación. Tener relaciones es algo muy íntimo, no dejaría ver mi desnudez a cualquier persona, ¡ni siquiera lo consideraré!
— Edie! — Lloriquea Eliot insistente.
— Qué!?
— Solo intenta una vez disfrutar con nosotros, no crees que en algún punto de tu vida mirarás hacia atrás y dirás... ¿Por qué no aproveché esos momentos?
— No creo que suceda, soy feliz de esta manera.
— Quieres morir virgen! — Grita Marc llamando la atención de las personas que caminaban al igual que nosotros.
— No significa que moriré casto, pero me gusta mi manera de vivir, estoy tranquilo... y no recibo mensajes o llamadas de reclamos.
— Oye! ¡que no entiendan lo que significa solo una noche no me hace malvado! — Se excusa Bhon.
— De todos modos, vayan y disfruten en mi nombre. — Digo para intentar alejarme, pero Eliot es más astuto haciendo que me quedara unos minutos más, que obviamente lograron convencerme para volver a uno de los bares donde frecuentamos.
El lugar estaba comenzando a ser invadido por más personas, junto con Bhon, Marc y Eliot rodeamos una mesa donde rápidamente nos acercaron nuestras bebidas. La música era agradable, y la verdad la estaba pasando bien, hasta que mis amigos comenzaron a coquetear y como siempre yo quedando como un perro perdido en un parque.
Veía a las personas beber y comenzar a bailar, se los veía felices disfrutando del momento, por un momento sentía que algo había de malo en mí, cómo es que no veía a nadie atractivo, aunque las chicas me miraran e insinuaran simplemente no me sentía interesado.
Sin darme cuenta la cerveza comenzaba a hacer efecto en mí, así que me dispongo a ir a los sanitarios, los chicos estaban muy entretenidos así no quería parecer un niño al decirle que iría al baño, así que solo me puse de pie comencé a andar.
La música hacía estragos en mi cabeza, más las personas bailando que terminaban chocando contra mí, me abalanzo intentando sostenerme quedando sostenido por un hombre músculos, en verdad me sentí avergonzado así que me disculpé de inmediato apurando mis pasos.
Increíblemente el lugar estaba semi vacío, mientras terminaba de evacuar intentaba equilibrarme apoyando una mano a la pared. ¡Jamás volveré a beber! me siento extraño, nunca me había embriago con tan poca bebida. Lavándome las manos abarco un poco del líquido para echarme al rostro varias veces para aliviar el mareo. Pero una voz grave llama mi atención haciendo que dejara de sobarme el rostro para intentar abrir mis ojos.
— Edie Holmes?
Quien me hubiera dicho en el pasado, que mi vida sería de esta manera, me lo quedaría viendo con el ceño fruncido maldiciéndolo. Pero muy convencido en este momento de que es lo mejor que me ha pasado. Bueno todo hasta que Sara haga de las suyas, definitivamente no me queda dudas de que haya sido ella la que se mantenía oculta todo el periodo de embarazo tras sus hermanitos. Hoy día los trillizos han crecido cumpliendo sus 18 años.Recuerdo haber sufrido cuando Gavin decidió unirse a Leo, formando así su propia familia. Luego de ello muchas cosas han cambiado, Kay su primer hijo se convirtió en el nieto malcriado de Eric, que lo llamaba gran papá, dije su primer hijo ya que esos calenturientos no se esperaron para traer a otro en camino. pero bueno no los culpo, nosotros esperamos 2 años para traer a Mike y 1 año a Kalib.Sí, tenemos 5 hijos con Eric y me retiro de esto de seguir trayendo terremotos a la casa. Poco a poco nuestro hogar se ha convertido en un zoológico, porque guarderí
Que Eric gritara para no ir a la cocina no fue impedimento para que mis pasos se apresuraran hasta ese bendito lugar, en verdad quería mi pastel! Vivo aquí puedo ir a dónde quiera y la cocina no es el lugar donde me prohibirá estar. Abro la puerta y mis ojos se abren en gran manera ante la imagen que jamás pensé ver en la mansión.******FlashbackEricYo y mi bocota! Sabía que Edie tiene sus antojos raros, pero un pastel de durazno? Debo de ir a la cocina para que Clara se apresurara a preparar. Está al verme entrar da un salto de sorpresa.Era obvio, yo nunca había pisado la cocina, y menos para implorar que hicieran algo por mi.— Clara, dime que tienes pastel de durazno...— Señor, postres no tenemos, solo las frutillas y las mermeladas que el señor Edie ordena.— Mierda! Tienes para preparar un pastel?— Puedo preparar una de frutilla, durazno en realidad no tenemos señor.— Estoy muerto. Cómo fue que la otra vez le habías llevado ese pastel a Edie?— Perdón señor, pero en esa oc
— Papá! — Gritaba con lágrimas en sus ojos entrando a la mansión, dándome el peor susto de la vida!— Pequeño!? — Grito levantándome del sofá con Elián en mis brazos.— Gavin que sucede?! — Pregunta preocupado Eric acercándose junto con Sammy en sus brazos.— Leo! Ya no me ama! — Sus lágrimas seguían cayendo y su vientre se veía prominente.— Bebé, cálmate. Dónde está Leo?Al hacer mi pregunta, Leo ingresa a la mansión agitado con el rostro pálido.— Amor, no puedes hacer esto, recuerda que puedes lastimar al bebé. — Intenta acercarse pero mi pequeño se aleja.— Papá! Castiga a Leo! — Un gran puchero se veía en su rostro, si esto fuera la primera vez ya hubiera tenido a Leo suplicando ser perdonado, pero mientras más avanzaba su embarazo peor se volvía sus rabietas. Que llegara gritando que odiaba a Leo, que nunca se hubiera enamorado de él era cosa de cada semana. Ni yo fui tan loco!— Leo, que fue ésta vez? — Pregunto acariciando el rostro de Gavin para aliviarlo.— Edie, quería qu
La mañana ha sido bastante diferente, con la reconciliación de mi amigo con el pequeño Gavin nuevas cosas se avecinaban a nuestro hogar. Edie se sentía triste por los cambios que iniciaban pero también lo veía feliz por todo lo que ha logrado. Aún sigo sorprendido por todo lo que ha pasado desde que Edie apareció en mi vida y lo mucho que a cambiado en el transcurso del tiempo.Lo veo más seguro, determinado y muy sexy para variar. Los temores que tenía a estos cambios han acabado, luego de haberme demostrado que sus sentimientos hacia mi son fuertes y más al notar de lo que sería capaz. Me siento realmente más que enamorado, extasiado es poco a todo lo que despierta en mi, con solo tenerlo a mi lado.Luego de pasar las horas con Clem y Gavin ,dejamos a los niños al cuidado de estos junto con Majo, subimos al auto para ir a la consulta con la esperanza de que fuera buenas noticias. Me sentía nervioso, aunque nos hemos cuidado todo este tiempo, aún tenía dudas, no sentía más molestias,
Las semanas habían pasado. Mi ansiedad cada vez era mayor, quería que llegara el día de ir al consultorio del médico. Ya tenía todo preparado para cuando nos dijera que podíamos volver a nuestra vida normal.Los pequeños crecían en tamaño y entendimiento, porque comenzaban a sonreír y nos observaban con atención cuando les hablábamos. Con sus 4 meses, eran todo unos listillos.Quién me seguía preocupando era Gavin, sé que no debía involucrarme pero con la llamada de Miguel informándome sobre los resultados del análisis, debía hacer a un lado mi molestia y aceptar este gran cambio.De manera insinuante le había dicho a Eric para que hablara con Leo, ese tonto idiota! sigue actuando como un niño cuando se trata de mi pequeño. Desde este momento deberá ser un hombre o realmente me enfadaré si continúan separados.Unos días después Eric me comentaba que Leo vendría a verlo, justo cuando nos debíamos ir al consultorio. He despertado temprano, veo a Gavin como siempre con su caminar lenta y
"Perseguir a los malos y hacer que pagaran por sus hechos" era lo que me repetía todas las mañanas antes de salir de casa. Un hogar sencillo conformada solo por mi hermano menor Fiat y yo, Mateo.Desde que me recibí en la universidad trabajé de inmediato. Hacer amigos con poder me ayudó a ejercer rápidamente mi carrera, iniciando así lo que más deseaba y soñaba desde muy joven.Mi hermano, en cambio era totalmente diferente. Le gustaba el baile así que no me opuse a que siguiera su sueño, le ayude a que estudiara danza. Rápidamente logro sus objetivos, participando en varios eventos. Le apasionaba en verdad, pero aunque quisiera ayudarlo a lograr más, no podía hacerlo.Los gastos eran incluso mayor que lo que había gastado en mi carrera. Los lugares donde debía ir, no eran precisamente para clase media, así que tanto como ropa y gastos para esos lugares eran excesos. Quería hacerlo feliz y prácticamente todo lo que ganaba se iba en sus gastos.Era agobiante, y no solo me estresaba en
Último capítulo