No, no podía dejar que Clarissa tomara ninguna ventaja, ¡si lo hacía, ya no tendría oportunidad!
De repente, Giulia se escondió tímidamente detrás de Luca, mirando con una expresión de miedo y confusión a Clarissa.
— Clarissa… ¿Cómo te atreves a casarme después de todo lo que me hiciste? — Su voz temblaba con odio.
— Ese niño era el mayor deseo de mi corazón. Sé que cometí un error, si quieres no me perdones, puedes odiarme… pero no deberías haberme hecho perder a mi hijo… — Giulia dijo entre sollozos.
Las caras de los reporteros cambiaron al instante.
Los flashes no paraban, y las preguntas de los reporteros volvieron a sonar con fuerza.
Clarissa se quedó ahí, enfrentando todas las preguntas, pero su expresión seguía como si nada.
— Señorita Clarissa, ¿quiere decir que Giulia la está acusando de obligarla a abortar? — preguntó un reportero en voz alta, seguido de otros que soltaron un sinfín de preguntas. La situación empezó a descontrolarse.
Giulia, por su parte, segu