Mary seguía de pie delante de nosotros y yo no sabía que hacer ni que decir y por obvias razones nadie podía enterarse de lo que tenía con Alessandro, pero ahora Mary nos había visto y ella no era una persona muy discreta.
- Disculpen por interrumpir – ella fue hasta la mesa que estaba al lado de su cama – se me había quedado la cartera.
- Mary, no es lo que parece – lo dije sin pensarlo – todo tiene una explicación.
- Lucia, por mi no te preocupes que yo no ví nada – sonríe pícaramente, aunque eso no me tranquilice – además no es mi problema lo que suceda.
- Lucia no te preocupes, además no tenemos porque explicar nada – Alessandro no le da importancia a la intromisión de Mary, mientras yo estoy hecha una manojo de nervios – Mary solo te pido discreción – ella asiente y se va.
- No crees que le va a contar a todos? – no quiero que nadie se entere y hable más de la cuenta.
- Tú de verdad piensas que ella no lo sospechaba? – en eso tenía razón – además ya somos adultos y lo de oc