La decisión estaba tomada y no podía haber arrepentimiento, así que estar parada frente a esta puerta me indicaba que estaba buscando lo mismo que él o eso pensaba, así que tome el vamos suficiente y toque la puerta esperando que saliera.
- Viniste – Alessandro estaba de pie delante de mi vestido igual a como fue a la habitación y tenía una expresión de sorpresa y eso quería decir que no estaba seguro de que viniera – adelante.
- No sé si está bien lo que estoy haciendo – Alessandro la ve y nota la duda en su cara, pero él sabe que si le da oportunidad a pensar lo que está pasando, ella se irá rápidamente y debía evitarlo.
- Ven acá y no pienses más – la tomo de la cintura, se vieron a los ojos y solo se acercaron para comenzar a darse un beso lleno de lujuria y pasión que necesitaban, en ese momento ella permitió la entrada de su lengua, él se pegó un poco más a ella y pudo sentir su virilidad, eso hizo que se excitara más de lo que ya estaba.
- No me quiero arrepentir de esto –